Un día platicado con mi esposa me dijo que tenía un sueño de poner un restaurante y fue donde empezó todo, nosotros comenzamos vendiendo comida en nuestros días libres en una carpa de 10×10, pasamos frío, nos mojamos bajo la lluvia y gracias a Dios logramos recoger para comprar un camión y seguimos trabajando todos los días después de tres años logramos recoger para mandar hacer un food truck y seguimos trabajando hasta que un día se nos dio la oportunidad de rentar un local para restaurante y gracias a Dios lo conseguimos.
Ser reconocidos como el destino de elección para quienes buscan una experiencia culinaria auténtica y de alta calidad que celebre y respete las tradiciones gastronómicas de México y El Salvador. Queremos convertirnos en un lugar emblemático donde la gente pueda disfrutar de platos deliciosos que transmitan la pasión y la autenticidad de nuestra herencia culinaria.
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